sábado, 16 de mayo de 2015

Capítulo 1.

Alma

Era simplemente un día más en una simple y aburrida vida. Tal vez por pensamientos así todos piensen que estoy deprimida. Yo lo único que quiero es que me dejen en paz y parece ser que ellos quieren hacer absolutamente lo contrario. Tan solo han pasado dos años desde el accidente, ¿cómo quieren que lo supere en tan poco tiempo?

Me levanto como un día más, me visto como un día más y me preparo para soportar, un día más. Me tomo el desayuno sin ganas mientras veo como mi padre se prepara para salir. Le saludo con una sonrisa y él nota que es forzada pero me da un pequeño abrazo porque sabe que lo estoy intentado.
Sé que en el fondo ellos se sienten culpables de lo que pasó aunque no lo fueran pero me he cansado de consolar a la gente y de que la gente me consuele.

Ya estoy lista para el show.


Derek

Esta situación me cabrea. No soy del tipo de persona a las que se les pude quitar lo que desea y ella no va a ser menos. Además, la situación es fácil. Me ve, me desea, me tiene y se acabó. No quiero más con ella pero parece ser que este caso se está resistiendo aunque acabará cayendo, está claro.

Voy a buscarla a casa y ahí está, con unos pantalones rojos muy ajustados y una camiseta con la bandera de Inglaterra. Esta chica me quiere matar.

-Hola Helena, ¿qué tal has dormido?
-Genial, no está mal. ¿Vamos ya a clase? Hace un poco de frío.
-Toma mi chaqueta anda.

Se que soy bastante guapo pero se me crece el ego cada vez que una chica me mira como si simplemente con pedírselo, me lo diera todo.
Esta chica no está mal, es rubia bastante alta y con el pelo liso, justo mi tipo. Es lo bueno de que haya empezado el curso, se conoce a gente nueva y Helena es de la clase de chicas que me gusta mucho conocer.

-Mira Derek, sé lo que intentas y no va a funcionar ¿vale? No es que no seas guapo, tú sabes que lo eres pero yo no soy así, yo necesito algo serio y no vas a ser tu el que me lo de.
-Eh eh eh, para el carro, ¿quién dice que yo estoy interesado en ti?-la miro con una sonrisa de medio lado.-Además, yo ya estoy interesado en otra chica.
-Lo que tu digas.
-No te lo tengas tan creído Helena.

Sé que es una bobada pero es como si me acabara de abofetear. Ha comenzado el juego y no pienso parar hasta que esta chica haya estado en mi cama.

Cuando llegamos al instituto, miro a Aaron y este me saluda con una palmadita en la espalda. Es un buen amigo pero somos algo distintos, él piensa que las chicas son para cuidarlas y toda esa basura mientras que yo soy todo lo contrario, si la chica está bien, genial y sino... pues genial también.

Todos se quedan callados y Aaron me dice que mire a esa chica. Es Alma, la conocí hará unos tres años pero un día simplemente, cambió. Tampoco es que antes me llamase mucho la atención pero me da pena, la chica no es muy guapa y aunque tiene un cuerpo de escándalo, porque alguna vez la he visto en la piscina, la oculta detrás de esa ropa tan ancha.

Todos miran como se sienta con sus otros amigos raros y ella intenta no mirarles. Se siente incómoda. Intento desviar las miradas de ella y lo que hago es empujar a Lucas, otro amigo y así hacemos como que nos estamos pegando y la chica ya está en paz.


Alma

Nunca me ha gustado ser el centro de atención pero parece que hoy lo voy a ser. No sé por qué pero parece que todos han pensado que era buena idea preguntar a la chica rara que se esconde del resto del mundo.

Todos y cuando digo todos, me refiero a todos los malditos profesores, me han hecho alguna pregunta sobre su maldita asignatura. ¿Todavía no se han dado cuenta de que no me importan las características de la poesía de la Generación del 27 o que no me importa que esa integral de un número sumamente largo? No es algo personal, simplemente es que no me interesa y lo único que quiero es volver a mi casa donde me siento segura.

Cuento los segundos que faltan para que acabe la última clase. 1200, 1199, 1198, 1197. Ya se acaba, ya se acaba. Parece que la profesora de filosofía quiere que perdamos nuestro tiempo más de lo normal y nos manda hacer un ejercicio. 552, 551, 550, 549. ¿Cómo el tiempo puede pasar tan despacio? Parece que la profesora me mira, debo de hacer algo de lo que ha mandado, no vaya a ser que me castigue y pase más tiempo aquí dentro. 241, 240, 239, 238. ¿Todavía? 56, 55, 54,53. Se acerca. 3, 2, 1... ¡ring! 

Como era de esperar, todos se levantan y terminan de recoger sus cosas cuando uno de mis queridos compañeros, creo que se llama Leo, me tira todos los apuntes y las hojas por el suelo y ni se molesta en ayudarme. Lo que me faltaba... Empiezo a recogerlos cuando veo dos manos ayudándome. Levanto la vista y veo a Derek ayudándome. Seguimos en silencio cuando todo ya está ordenado.

-Gracias.-le digo mientras salgo corriendo por la puerta. No es que quiera ser maleducada, es que necesito salir de ahí cuanto antes.

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