viernes, 29 de mayo de 2015

Capítulo 6.

Alma

Me despierto sobresaltada porque alguien está saltando en mi cama. Veo una luz cegadora que procede del pasillo y también a mi hermana intentando despertarme.

-¡Alma, Alma! ¡Despierta! ¡Viene Sam!
-¿Sam? Pero si Sam está en Canarias trabajando.
-¡Qué no! ¿Me quieres hacer caso y despertarte? Ha venido a pasar unos días aquí y ha llamado para irnos a comer. ¡Tengo muchas ganas de verla!

Miro a mi hermana pequeña y ambas empezamos a saltar como locas, despertando a nuestros padres para prepararnos e ir a buscar a mi hermana mayor al aeropuerto.
La echo mucho de menos. Es la única persona con la que puedo hablar abiertamente sobre lo que pasó, cómo me sentí y como me sigo sintiendo. Es, realmente, mi única amiga.
Ya es la hora, ya está aquí, ya está a mi lado otra vez.

Veo como las puertas se abren y empieza a salir gente y allí están ellos. Sam y su novio. Salgo con mi hermana pequeña en brazos para darles un abrazo inmenso. Se me saltan las lágrimas. Hace más de tres meses que no la veo en persona y por más que hablemos por Internet, no es lo mismo.

Salimos todos de allí y vamos a casa a dejar las maletas para poder irnos al restaurante. Ellos se van a quedar en la antigua habitación de Sam que ahora es la de invitados.
Cuando llegamos al restaurante me doy cuenta de que nos está atendiendo María, una amiga de Helena.

-Hola, María.-la saludo con una sonrisa.
-Hola Alma, ¿cómo tú por aquí?
-Estoy con mi familia y eso. No sabía que trabajabas aquí.
-Sí, necesitábamos unos ingresos extra en casa y me ofrecieron este puesto y aquí sigo, no está mal.-me dice encogiéndose de brazos.- Espero que podamos quedar algún día ahora que vuelves a salir de casa.
-Lo estoy intentando. Poco a poco.
-Espero que algún día nos cuentes qué pasó, si fuimos nosotras las causantes o lo que fuera y, una cosa, no te lo tomes a mal pero ten cuidado con Derek ¿vale? Hay demasiados rumores sobre él.
-Que haya sido invisible no implica que no me enterase de todo. Muchas gracias por preocuparte y espero que hablemos pronto, de verdad.

Nos despedimos con una sonrisa y una promesa en el aire.


Derek

Me despierto y pienso en qué hacer hoy. No tengo gran cosa que hacer y paso de quedar con estos. No quiero aguantar sus tonterías respecto a Alma. No la conocen. Bueno, yo tampoco pero no me parece como ellos la pintan.

Esta chica me crea curiosidad. Nadie sabe por qué pero, un día, simplemente cambió. La busco en las distintas redes sociales y no hay nada sobre ella. ¿Cómo una adolescente no puede tener nada suyo en Internet?

Espera, ¿qué es esto?

Es una foto de ella con María. ¿Cómo simplemente pudo cambiar? Se la veía feliz y ahora... simplemente está pálida y triste comparada con esta foto. Necesito saber, necesito saber sobre ella. Pero, ¿qué dices? Es solo una chica, una rara y asustadiza chica.
Tampoco sé qué la pasó ayer y por qué se comportó como una loca.

Miro el reloj. Tan solo las tres de la tarde. Intento hablar con Aaron, con Leo, con Mónica, con Helena pero nadie contesta. ¿Qué harán? Voy a probar mi última opción, ella.

-¿Si?
-Hola, ¿qué tal?
-Bien, ¿y tú? ¿Pasa algo?
-Estoy bien, es que me aburro y no sé qué hacer. ¿Puedes quedar?
-¡Claro que puede!-dice una voz femenina a lo lejos.
-Sam, no te metas. Perdón Derek pero no puedo tengo cosas que hacer.
-Osea que Derek eh...- dice la misma voz.-Mujer, dile que se venga.
-Sam, ¡deja de hacer tonterías y devuélveme el móvil!
-¿Alma?
-No cariño, soy Sam, su hermana. ¿Quieres venirte? Estamos en el parque que hay al lado de la plaza, ¿sabes cuál te digo?
-Creo que sí.
-¡Fantástico! Ven cuanto antes. ¡Adiós!

Cuelgan el teléfono y me quedo mirándolo. ¿Quién sería esa chica? ¿Alma tiene una hermana?


Alma

No me lo puedo creer. Mi hermana me chantajea aunque en verdad no me extraña tanto, siempre ha sido una persona que tenía que saber todos los detalles de tu vida y los usaba para ayudarte así que ha sido culpa mía haberle contado lo de Derek.

-Bueno, ¿algo más que deba saber antes de que él venga?-pregunta Sam con una mirada curiosa.
-Pues ahora mismo no sé, tal vez me quede algo pero no será importante.
-Entonces debo suponer que vosotros no...
-¡Claro que no!
-Vale, vale... Tenía que asegurarme.-su sonrisa traviesa hace que me entre la risa.
-Por favor, compórtate.
-Perdona pero soy una persona adulta y madura y...-se queda callada cuando un chico pasa a nuestro lado.-¡Bombón!¡Tío bueno!-el chico la guiña un ojo y mi cara se parece más a un tomate que a una cara.-Parece que no soy tan madura como pensaba.

Después de risas y más risas aparece Derek.

-Hola.-dice dándome un beso en la mejilla.
-Derek, esta es Sam. Sam, Derek.-se dan dos besos y se sienta a mi lado.-¿Cómo es que Derek, la persona más solicitada estaba aburrido y sin nada que hacer?
-No estoy solicitado, simplemente tengo mis recursos.
-Pero esta vez te han fallado.
-Exacto.-los tres sonreímos.
-No sabía que Alma tenía una hermana. ¿Cuántos años tienes?
-Tengo veintidós. No sabes mucho acerca de mi hermana ¿no?
-Sam, mejor no...
-Vale, vale... Ya me callo. ¡Qué pesadita estás!


Derek

Las miro con una sonrisa mientras la cara de Alma se vuelve completamente roja. Para ser una chica de tez pálida, parece más un mini tomate que una persona. Sus ojos grises brillan cuando le da la luz fijamente y no los esconde tras tres capas de maquillaje como el resto de las chicas. Pero su hermana es completamente diferente. Sus ojos castaños parecen casi negros, como si absorbiera toda la luz, mientras que su morena piel es lo que más llama la atención. Lo único que tienen parecido, es su larga melena rizada y, aunque es cierto que el castaño le queda mejor a la hermana mayor, los ojos de la pequeña hacen que te obsesiones con ella.

domingo, 17 de mayo de 2015

Capítulo 5.

Alma

Me miro por última vez en el espejo. Parezco yo pero no soy yo. Solo soy una chica rota por dentro que lo único que quiere es poder escapar de esta ciudad e intentar ser feliz en otra parte. Llevo horas llorando en frente del espejo, encerrada en el baño y sin ninguna intención de parar ahora.

Mis ojos están rojos, mis mejillas empapadas y lo único que quiero hacer es desaparecer.


Derek

Vuelvo a donde están mis amigos. Todos me miran como si se me hubiera ido la cabeza pero el único que se para a decirme algo al respecto es Leo.

-Con que tú y la bicho raro.
-Se llama Alma, por si no lo sabías.
-Eso, Alma. Con que tú y Alma. Se puede saber por qué.
-Porque me gusta.
-¡Venga ya! ¿Es tu nuevo proyecto? ¿Quieres hacer algo para no ir al maldito infierno? Es un buen comienzo, hoy no parecía tan rara y esos pantalones le sentaban muy bien.
-Leo, te lo advierto, cierra el pico antes de que lo haga yo.-digo desafiante. Se supone que tengo que defenderla porque es mi novia.
-Mira como la defiende Aaron, se ha vuelto tan blandengue como tú.
-Leo, al menos él tiene a alguien que le aguante, tu estás solo.-todos miran a Aaron. Los pocos que le conocemos sabemos que va en serio. Menos mal que Leo no es uno de ellos.
-Tranquilo chaval que yo también tengo mi compañía cada noche.

Todos siguen con la fiesta y nos ponemos a bailar como si no hubiera un mañana. Así son la mayoría de los sábados por la noche. Estamos bailando cuando Helena se acerca a mi.

-Hola Derek.
-Hola, ¿qué tal?
-Bien, ¿y tú?
-Genial.
-Sí, ya me he enterado. Muchas felicidades.-me dice con una sonrisa. ¿Será de verdad?- Alma es una buena chica, espero que la hagas muy feliz y ella a ti igual.
-¿Os conocéis?-mi cara de incredulidad es increíble.
-Sí, fuimos amigas hace bastante, hasta que simplemente nos dejó de lado. ¿No te lo ha contado?
-No me ha hablado mucho de su pasado pero supongo que lo hará, aún nos cuesta un poco empezar.

Helena me guiña el ojo y se va, creo que se me va a hacer muy larga la espera.


Alma

Me quedé mirando la pared un rato hasta que dejé de llorar. Bendita ignorancia. Sino hubiera sabido que seguía aquí, no tendría tanto miedo de salir a la calle otra vez.

Me abrazo a mi hermana pequeña que se ha metido en la cama conmigo y me siento lo bastante fuerte por las dos. Ella tiene miedo a la oscuridad, y yo a salir a la calle sola.

-Alma, ¿estás bien? ¿Quieres que te deje a Pink?-me dice mi hermana dándome el oso de peluche con el que duerme.
-Tranquila Luz, estoy muy bien solo que aún no tengo sueño.
-¿Quieres encender la luz?
-No, tranquila, tu duérmete.

Después de asegurarse de que se ha dormido, salgo de la habitación y voy a la terraza. Ya se nota que cada vez hace más frío pero aún se está bien en pantalones cortos. Salgo con el eBook y me pongo a leer cuando suena mi móvil. Mejor que suene ahora que a que suene cuando esté en medio de toda la trama.

   Aaron: ¿Estás bien? ¿Por qué te has ido tan pronto?
   Alma: Demasiados cambios en un día.
   Aaron: Solo quiero decirte que tengas cuidado con estos, pueden llegar a ser muy brutos si se lo proponen pero que no te importen sus comentarios, ¿de acuerdo?
   Alma: Tampoco voy a escucharlos.
   Aaron: ¿No te ha dicho Derek que el sábado que viene a quedado con ellos para que te conozcan?

No lo puede decir en serio, ¿verdad? El gilipollas ni si quiera me pregunta. Esto es acojonante. Creo que estoy bastante más enfadada que asustada. Realmente no me importa conocerlos ni nada por el estilo pero que podría haber tenido un poco más de consideración. No sé, yo no le voy presentando a mis amigos... Bueno, amigos, amigos... No le he presentado a Sam.

   Alma: ¿Tenías pensado decirme tus planes o algo?
   Derek: Claro que sí pero no hoy. Creo que ya tenías bastante con ver a tus antiguas amigas que no sabía que lo fueran.
   Alma: Tampoco me preguntaste al respecto. No siempre he sido así.

Me sumerjo en mi libro y escapo de la realidad. No quiero saber ahora mismo sobre nada de lo que me rodea. Ni padres, ni amigos, ni novio. Nada.

Capítulo 4.

Derek

No me puedo creer lo que me está pidiendo, ¿en serio es tan importante para ella? ¿Tanto asco le doy? Quizás debería haber elegido a otra chica porque Alma no hace más que poner pegas.

-¿Me puedes explicar por qué no quieres que nos besemos? No es que tenga mononucleosis ni nada por el estilo.
-No es eso.-dice intentando contener una carcajada.- Simplemente, es que no entiendo la necesidad de las parejas por ir morreándose por todas partes. Hay maneras mucho mejores de mostrar el cariño. Además, no va a cambiar la perspectiva de los que vean las fotos. Todos pensarán lo que no es, justo como queremos.
-Aaron, habla tú con ella porque parece que no entiende lo que es una pareja.
-En verdad, la entiendo y me parece un muy buen punto para empezar.-dice Aaron mirando a Alma y sonriéndola. ¿Pero este qué trama?
-¿Se os ha ido? ¿De verdad estáis diciendo que no es necesario besarse para estar en pareja?
-Oye guapo, que tu seas un cerdo narcisista que usa a las mujeres como objetos, no significa que siempre lleves razón, al contrario, normalmente no la llevas porque solo buscas tu beneficio propio y eso es lo último que debes pensar cuando estás en pareja.

Durante unos segundos nos quedamos todos mirándonos. No me esperaba eso y, por lo visto, Aaron tampoco. Justo en ese instante, Alma ha mostrado lo que piensa de mi y, aunque no debería importarme, me molesta.

-¿Qué propones Alma?-dice Aaron intentando romper la tensión que se acaba de formar.
-Hacer fotos en las que parezca que estamos juntos pero sin estarlo. Por ejemplo, yo sentada encima de él, o el dándome un beso en la frente o simplemente abrazados. No tiene por qué haber un beso.
-Vamos a probar.

Aaron nos guía para hacer diferentes posturas y no están nada mal. En una la llevo a caballito, en otra sale ella apoyada en mi pecho, en otra ella mira a la cámara pero yo la miro a ella y, mi favorita, una que salimos los dos mirándonos a los ojos.
Fue la más difícil de conseguir porque se ponía roja y le entraba la risa pero al final, conseguimos sacarla.


Alma

Ha estado interesante la tarde y, por lo visto, ahora tenemos que dejarnos ver por donde están sus amigos y las amigas de Helena. A la mayoría los conozco, es lo bueno de vivir en una pequeña ciudad siempre conoces a un amigo de un amigo.

Veo a Ester, Sandra, Mónica y María. Son las amigas de Helena, y mis antiguas amigas. No las guardo rencor, más que nada porque fui yo la que se alejó de ellas. No me sentía a gusto teniendo que esconder un secreto tan grande y no soy capaz de decirlo en voz alta todavía.

Veo que me miran y me saludan con la mano. Nunca han dejado de ser amables conmigo, a pesar de que las dejase de lado y me inventara miles de escusas para no quedar. Ellas me conocían y sabían que ocurría algo pero siempre me dejaron mi espacio.

Me alegra saber que siguen siendo las mismas y, todavía más, que Derek no vaya a conseguir su propósito. Helena es una chica que no busca lo que él le ofrece.

-Alma, ¿por qué lloras?-me dice Derek y hasta parece preocupado.
-¿Qué? ¿De qué hablas? Yo no estoy llorando.-digo mientras me atrapa una lágrima.-Pues parece que sí. Únicamente recuerdos.

De repente, todo se nubla y solo veo a un chico al fondo del parque. No puedo. Esto es demasiado. Hoy no.


Derek

Siento como Alma se tensa a mi lado. La miro y veo que está pálida. ¿Qué le pasa a esta chica? Nos paramos y se agarra a mi. Pone su cara en mi pecho y me susurra que no puede, que tiene que salir de aquí. No sé que la pasará pero va a ser mejor irse. Me despido de mis amigos con la mano y salimos de allí.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?
-Tengo que irme. Tengo que irme a mi casa. Por favor, sácame de aquí.
-Pero, ¿qué ha pasado? Todo iba bien y, de repente, has...
-Derek, por favor.

Su cara me dice que si no la saco de aquí pronto, se va a derrumbar. ¿Cuantos problemas tiene esta chica? Que solo son adolescentes, como ella y como yo. No la van a hacer nada.
Cuando llegamos a su casa, está mejor. Parece más tranquila y le ha vuelto el color a la cara y ahora está roja.

-Siento... Siento lo de antes... Es que... No...-dice tartamudeando, a punto de llorar.
-No te preocupes, no tienes que decir nada. Dijimos que los dos nos teníamos que sentirnos a gusto. Tú no lo estabas, y nos fuimos. No hay que darle más vueltas.
-También siento lo que he dicho de ti antes. No quería ser tan borde simplemente es que yo no puedo.

La sonrío y ella sonríe, sabe que no pasa nada. Nunca se habían disculpado conmigo por haberme dicho la verdad.

Capítulo 3.

Alma.

Hoy empieza todo el show.

Derek creó ayer un grupo en el que estamos Aaron, este y yo, donde hablamos de conceptos básicos que no sé muy bien como interpretar.

    Aaron: Alma, no te preocupes, ¿quedamos esta tarde los tres y te lo explico más o menos?
   Alma: Esta bien pero no sé si me dejarán ir sola hasta donde vivís.
   Aaron: Genial, así Derek puede escribir un tweet en donde ponga que está esperándote o algo así, improvisa sobre la marcha.
   Derek: De acuerdo, a las ocho estoy en tu casa, dime la dirección y estaré allí.

Tengo que arreglarme un poco. Por lo que me han dicho, tenemos que hacernos un par de fotos para colgarlas en las redes sociales y para que yo se las enseñe a mis padres. Por lo visto mi ropa no es tan estupenda como yo pensaba.

Todavía guardo la ropa de hace muchos años y sé que servirá pero no sé qué hacer al respecto. Me acerco y toco una camisa de cuadros rojos, hace mucho tiempo que no quería saber nada acerca de esta ropa pero mi madre se empeñó en guardarla y aquí sigue.

Cojo unos pantalones vaqueros pitillo y una camiseta básica blanca, a parte de esa camisa que me ato a la cintura. Dejo mi pelo castaño suelto y me pongo unos pendientes de aro. No es nada del otro mundo pero me siento como si volviera a ser yo, otra vez.

Pero eso es imposible.


Derek

Se me hacía rara esta situación. Pensaba que Aaron me mandaría a la mierda en cuanto le contase lo que tenía pensado hacer pero, a parte de indignado, estaba intrigado. No hizo falta mucho para acabar convenciéndolo.

Cuando hablaba con él por teléfono parecía distraído, luego le preguntaré qué le pasa pero espero que no sea nada en verdad.

No sé como va a salir lo de esta tarde, somos personas muy diferentes y espero que me ayude y no se muestre muy tímida porque mi paciencia no es ilimitada.

Me cojo unos vaqueros, la camiseta de Yankees y la gorra de Nike. A saber cómo bajará ella. Espero que al menos no baje en chándal porque sino creo que sería capaz de subir y hacerla cambiarse si fuera necesario, no voy a dejar que ella me arruine el plan.


Alma

No me pienso poner maquillaje. Suficientes cambios por un día.

Voy a coger mi botella de agua cuando oigo el pequeño grito de mi madre, salgo corriendo al salón y la veo llorando.

-Mamá, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado?
-Estás... estás... ¿te has  arreglado?
-¡Mamá! Qué susto me has dado...
-Lo siento hija pero tienes que entender que no me lo esperaba.
-Por cierto, ¿me dejáis bajar? Viene un amigo a buscarme y luego me deja en casa así que no voy a estar sola en ningún momento así que no hay que preocuparse.
-Sí hija, claro que te dejamos.

Sé que tiene un montón de preguntas que hacerme pero sé que quiere dejarme mi espacio para abrirme cuando lo necesite y eso es justo lo que haré.


Derek

Ya estoy en su portal. Ella antes me ha dicho que llamara al portero para que sus padres se dieran cuenta de que no era una de sus muchas mentiras para que la dejasen en paz así que es lo que hago.

-¿Si?-una voz ronca contesta al otro lado.
-Hola, soy Derek. ¿Está Alma?
-Sí, un momento.
-Derek, un momento, ya bajo.-dice Alma.
-Claro.

Tarda muchísimo menos de lo que esperaba y me encuentro con otra Alma. Una Alma completamente distinta y a la vez igual. Es algo difícil de explicar. Ese look va totalmente con ella pero algo no encaja, tal vez solo sea que no estoy acostumbrado a verla así y por eso me choca tanto.

Ella enrojece y parece todavía más tímida.

-Sé que no es gran cosa, pero no sabía que ponerme.-me dice mirándose los pies.
-Estás muy bien, no te preocupes. ¿Dónde tenías esta ropa escondida?
-En el fondo del armario, nunca llegué a tirarlo.-sigue sin mirarme a la cara, parece que no está muy cómoda con este tema.
-De acuerdo. ¿Sabes más o menos qué vamos a hacer hoy?
-Nos haremos unas fotos, nos contaremos en resumidas cuentas la vida del otro y... no sé qué más.
-No hay gran cosa más. Aaron nos dirá algunos consejos de cómo estar en público y eso.

Llagamos puntuales a donde habíamos quedado con este y nos saluda a ambos. Parece que el nuevo aspecto de Alma le ha dejado en shock, como a mi.

-Alma, estás muy guapa. Creo que deberías usar más este look que el de los pantalones de chándal.-dice Aaron con una de sus sonrisas.
-Muchas gracias, lo intentaré.

Llegamos a un parque en el que no hay mucha gente y empezamos con la charla.

Capítulo 2.

Derek

El plan está en marcha, solo me falta convencer a la persona que me tiene que ayudar. Lo realmente importante es cómo hacerlo y que acepte al final.
Lo único que tiene que salir de todo esto, es conseguir que Helena sepa que soy un buen tío.

   Derek: Hola, ¿qué tal? ¿Te pillo en mal momento?
   Alma: No, ¿qué pasa?
  Derek: Te quería comentar una cosa pero es mejor en persona, ¿te viene bien a las ocho en la biblioteca?
   Alma: Sí, hasta luego.

Parece que todo va a salir bien. Todo tiene que salir bien. Me juego bastante en esto pero para ello necesito su ayuda. He pensado en las diferentes opciones y creo que la más acertada es Alma.
Hoy, cuando la he visto en el suelo, se me ha encendido la lucecita de mi cabeza y todo ya estaba planeado para cuando he llegado a casa.

Se acerca la hora y decido salir ya de casa. No está demás llegar puntual por una vez.

A lo lejos veo a Alma, sentada en el banco más alejado de todo con una tablet en las manas mientras lee algo con bastante atención.

-Hola.-le digo con una sonrisa en la cara.
-Hola, un segundo.

Me quedo mirándola, ¿qué estará haciendo? Cuando parece que ya ha acabado de hacer lo que estuviera haciendo se gira y me mira.

-¿Qué pasa? ¿Qué quieres?
-Tranquila, no pasa nada. Bueno, es que necesito tu ayuda.
-Espera, espera. ¿Derek López me está pidiendo a mi ayuda? Esto que hay que grabarlo.
-Relájate y dime que me ayudarás.
-Mejor, relájate tú, me cuentas y luego ya hablamos.

Me quedo un poco en shock pero reacciono rápido. Nadie me habla así, nunca. Le cuento un poco por encima mi plan. Dar celos a Helena haciéndola creer que estaba saliendo con ella y que así ella viniera a mi.
No sé muy bien como interpretar su cara y más cuando acabo de hablar y ella me da una bofetada.

-Pero, ¿estás tonta? ¿Por qué me das?
-Creo que el que está tonto eres tú. ¿De verdad estás tan desesperado como para montar todo esto solo para llevártela a la cama? Creo que con ir de putas se te pasa, o tal vez, si eres muy bueno, con una paja y ya.
-Es más que eso, es una cuestión de honor y persistencia.
-Prefiero no comentar al respecto. ¿Y qué se supone que saco yo de todo esto?
-Eso ya lo había pensado.-digo con una sonrisa de suficiencia.- Popularidad.
-¿Y eso tiene que interesarme?

Creo que mi cara es un poema porque ella empieza a reírse y me hace un gesto para que vuelva a la realidad.

-No todos queremos lo mismo que tú, Derek.
-¿Prefieres ser una completa desconocida durante todo lo que queda de instituto?
-A veces está mejor que nadie te conozca pero puede que acepte tu oferta.
-¿Por mi simple compañía?-ella se ríe, al menos no es tan sosa como pensaba.
-No, así espero que mis padres me dejen de dar la tabarra con que tengo que salir y esas cosas.

Decidimos que solo se lo podremos decir a una persona de nuestros amigos para que nos ayude y yo decido que será Aaron pero ella me dice que de momento no quiere comentarlo con nadie, si eso ya en un futuro.

¡Qué rara es!


Alma

Al principio la oferta de Derek me parecía algo narcisista pero ¿quién soy yo para meterme en su vida? Pues por lo visto, ahora su novia.

Creo que va a estar bien salir algo de casa, aunque sea solo para hacer una farsa pero al menos tengo algo que hacer y mis padres me dejarán en paz. Creo que será un paso adelante hacia superar las cosas pero en el momento que no me sienta a gusto, lo dejaré, no me importa qué piense de mi.
Además, habrá reglas que tendremos que discutir pero las básicas.

Tampoco es que sepa cómo hay que comportarse en pareja y dudo que él lo sepa así que espero que Aaron nos ayude.

Por lo que ha comentado Derek, es todo un experto aunque yo no estoy muy segura de ello pero parece un buen chico, nunca se ha metido conmigo y siempre tiene una sonrisa en la cara, como si siempre estuviera feliz aunque no creo que pueda ayudar a dos patanes en esto.

Por una parte espero que salga bien y por otra no. Ambas van a ser graciosas de ver, pero tampoco le deseo a nadie lo que él está planeando. ¿Follártela y ya está? Eso es de cobardes, pero si ella acepta, es su problema.

Helena no es del grupo que me hace la vida imposible pero es una chica popular, no se va a acercar a una nerd como yo pero sé que aún recuerda cuando éramos vecinas y jugábamos a las sirenas en la piscina. Espero que no haya cambiado mucho.

sábado, 16 de mayo de 2015

Capítulo 1.

Alma

Era simplemente un día más en una simple y aburrida vida. Tal vez por pensamientos así todos piensen que estoy deprimida. Yo lo único que quiero es que me dejen en paz y parece ser que ellos quieren hacer absolutamente lo contrario. Tan solo han pasado dos años desde el accidente, ¿cómo quieren que lo supere en tan poco tiempo?

Me levanto como un día más, me visto como un día más y me preparo para soportar, un día más. Me tomo el desayuno sin ganas mientras veo como mi padre se prepara para salir. Le saludo con una sonrisa y él nota que es forzada pero me da un pequeño abrazo porque sabe que lo estoy intentado.
Sé que en el fondo ellos se sienten culpables de lo que pasó aunque no lo fueran pero me he cansado de consolar a la gente y de que la gente me consuele.

Ya estoy lista para el show.


Derek

Esta situación me cabrea. No soy del tipo de persona a las que se les pude quitar lo que desea y ella no va a ser menos. Además, la situación es fácil. Me ve, me desea, me tiene y se acabó. No quiero más con ella pero parece ser que este caso se está resistiendo aunque acabará cayendo, está claro.

Voy a buscarla a casa y ahí está, con unos pantalones rojos muy ajustados y una camiseta con la bandera de Inglaterra. Esta chica me quiere matar.

-Hola Helena, ¿qué tal has dormido?
-Genial, no está mal. ¿Vamos ya a clase? Hace un poco de frío.
-Toma mi chaqueta anda.

Se que soy bastante guapo pero se me crece el ego cada vez que una chica me mira como si simplemente con pedírselo, me lo diera todo.
Esta chica no está mal, es rubia bastante alta y con el pelo liso, justo mi tipo. Es lo bueno de que haya empezado el curso, se conoce a gente nueva y Helena es de la clase de chicas que me gusta mucho conocer.

-Mira Derek, sé lo que intentas y no va a funcionar ¿vale? No es que no seas guapo, tú sabes que lo eres pero yo no soy así, yo necesito algo serio y no vas a ser tu el que me lo de.
-Eh eh eh, para el carro, ¿quién dice que yo estoy interesado en ti?-la miro con una sonrisa de medio lado.-Además, yo ya estoy interesado en otra chica.
-Lo que tu digas.
-No te lo tengas tan creído Helena.

Sé que es una bobada pero es como si me acabara de abofetear. Ha comenzado el juego y no pienso parar hasta que esta chica haya estado en mi cama.

Cuando llegamos al instituto, miro a Aaron y este me saluda con una palmadita en la espalda. Es un buen amigo pero somos algo distintos, él piensa que las chicas son para cuidarlas y toda esa basura mientras que yo soy todo lo contrario, si la chica está bien, genial y sino... pues genial también.

Todos se quedan callados y Aaron me dice que mire a esa chica. Es Alma, la conocí hará unos tres años pero un día simplemente, cambió. Tampoco es que antes me llamase mucho la atención pero me da pena, la chica no es muy guapa y aunque tiene un cuerpo de escándalo, porque alguna vez la he visto en la piscina, la oculta detrás de esa ropa tan ancha.

Todos miran como se sienta con sus otros amigos raros y ella intenta no mirarles. Se siente incómoda. Intento desviar las miradas de ella y lo que hago es empujar a Lucas, otro amigo y así hacemos como que nos estamos pegando y la chica ya está en paz.


Alma

Nunca me ha gustado ser el centro de atención pero parece que hoy lo voy a ser. No sé por qué pero parece que todos han pensado que era buena idea preguntar a la chica rara que se esconde del resto del mundo.

Todos y cuando digo todos, me refiero a todos los malditos profesores, me han hecho alguna pregunta sobre su maldita asignatura. ¿Todavía no se han dado cuenta de que no me importan las características de la poesía de la Generación del 27 o que no me importa que esa integral de un número sumamente largo? No es algo personal, simplemente es que no me interesa y lo único que quiero es volver a mi casa donde me siento segura.

Cuento los segundos que faltan para que acabe la última clase. 1200, 1199, 1198, 1197. Ya se acaba, ya se acaba. Parece que la profesora de filosofía quiere que perdamos nuestro tiempo más de lo normal y nos manda hacer un ejercicio. 552, 551, 550, 549. ¿Cómo el tiempo puede pasar tan despacio? Parece que la profesora me mira, debo de hacer algo de lo que ha mandado, no vaya a ser que me castigue y pase más tiempo aquí dentro. 241, 240, 239, 238. ¿Todavía? 56, 55, 54,53. Se acerca. 3, 2, 1... ¡ring! 

Como era de esperar, todos se levantan y terminan de recoger sus cosas cuando uno de mis queridos compañeros, creo que se llama Leo, me tira todos los apuntes y las hojas por el suelo y ni se molesta en ayudarme. Lo que me faltaba... Empiezo a recogerlos cuando veo dos manos ayudándome. Levanto la vista y veo a Derek ayudándome. Seguimos en silencio cuando todo ya está ordenado.

-Gracias.-le digo mientras salgo corriendo por la puerta. No es que quiera ser maleducada, es que necesito salir de ahí cuanto antes.